A VOS TE HABLO
Carta al Estudiante de Higiene y Seguridad en el Trabajo
Sí, a vos te hablo, que estás estudiando Seguridad e Higiene. ¿Qué te pasó por la cabeza cuando elegiste? ¿No sabés todas las carreras que hay para seguir? No sé…administración de empresas, psicología, odontología, kinesiología, medicina, abogacía. Enfermería mismo… ¡Miles!
Pero no. A vos se te ocurrió estudiar Seguridad e Higiene. Supongo que no pensarás hacerte millonario. Digo, porque en esta profesión hay que pelear a brazo partido con el mediocre y avaro empresariado argentino para que te den un mango.
Y si crees que vas a tener tu oficina, con una compu, una impresora, y aire acondicionado, disculpá la crudeza lacerante de mis palabras, pero son casos contados los que conozco que tienen algo de eso. Casi seguro que te va a tocar un lugar oscuro cerca del baño, con un escritorio hecho de fenólico y una silla con las patas desparejas. Y con suerte, un almohadón atado para sentarte. Y vas a tener que rogar que te dejen imprimir las decenas de planillas y certificados que tenemos que manejar todos los días, previa recriminación por gastar tanta tinta “con esas boludeces”.
A un médico, el paciente no le discute la droga que tiene que tomar. ¿Te imaginás?
– “No, Doctor. No voy a tomar Dipropionato de betametasona. Mejor es el bromuro de umeclidinio. ¿Usted alguna vez tuvo asma? ¿Entonces cómo me quiere venir a decir cómo tengo que hacer?”
¿Qué loco, no? Bueno. Preparate para planteos como éste, porque a nosotros nos dicen a diario cosas como esas. Y más te vale que sepas cómo contestar.
Y ni sueñes con tener como aliados al Capataz o al Jefe de obra. Vos sos el enemigo para ellos. Sos el que atrasa las tareas, y no deja trabajar tranquila a la gente. Ellos te quieren sólo haciendo “tareas administrativas”(y muchas). Porque como todos sabemos, y ya podrías empezar a acostumbrarte a escucharlo, los técnicos no hacemos nada.
Ah, y olvídate del horario fijo. En la obra se sabe a qué hora se entra, pero jamás a qué hora se sale. Cuando tengas hormigón, avisá en tu casa, (si tenés suerte de que alguien te espere), que no sabés cuándo vas a llegar, porque fija que los camiones se retrasan una bocha. Ojalá no te moleste comer comida fría, o recalentada.
Y si sufris el frío o el calor, andá poniendo las barbas en remojo, porque el verano no sólo te va a aplastar con temperaturas impiadosas al rayo del sol, sino que también te va a dejar la boca seca de “masticar” el polvo mismo de la obra.
Ahora, si me decís que elegiste Seguridad e Higiene porque te gusta cuidar a la gente, y porque te duelen las injusticias, es otro cantar.
Si sentís un placer indescriptible en enseñar (que no quise decir otra cosa más que mostrar) a alguien que se cuide, te voy entendiendo.
Y si te alegra que la gente entienda lo bueno que es cuidarse, para irse a la tarde a su casa, sano, a encontrarse con los suyos, ya te voy sintiendo colega.
Ni hablar si usás todas las herramientas a tu disposición para empatizar con ellos, para entenderlos, para acompañarlos, en cada charla, en cada capacitación, en cada momento que pasen juntos. La cosa se va poniendo seria, che…
Si te da orgullo que te conviden un poco de asado, que no te digan Señor, y que te sientan como uno de ellos, me está gustando más.
Y si, a la noche, cuando apoyás la cabeza en la almohada, sonreís agradecido por las cosas que lograste ese día, aunque sean pocas o chiquitas, dejando de lado prejuicios e ideas del pasado, las cosas están más que claras. No hay dudas que elegiste bien.
Vení,dame un abrazo. Quédate con nosotros… ¡Y a salvar vidas!
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