DÍA DE PERR... PREVENCIÓN

Charlas huecas que aparte de infructuosas,
 me empeño en repetir en la oficina,
y aunque sonrisas falsas recojo en el intento,
me tiran para atrás y me destrozan.

¿Acaso a nadie la seguridad le importa?
Todo se torna en una triste mascarada.
Ver, recorrer y anotar es como nada.
Un cómplice trivial, que nada aporta.

Resulta ingrato, cruel, y hasta sencillo,
que aunque lo haga de corrido todo el día,  
no recibo a cambio una alegría,
aunque tenga siempre plata en el bolsillo.

Y al llegar a la noche, sin fuerzas, desolado,
y recordar todo el esfuerzo durante el día hecho,
una lágrima me cae, mirando el techo,
al no poder cambiar lo naturalizado.

La gente muere, no tiene eso nada nuevo.
Habrá que aprender a mirar para otro lado.
Si al final de cuentas, con mi angustia y desespero,
Parezco ya, sin carnaval, un disfrazado.

Avivate chabón, y date cuenta,
que sigue igual la vida , gira y gira.
Y aunque tengas una idea que te inspira,  
sentate y esperá, sumar a veces resta.