El Talento Profesional en la Seguridad e Higiene
Lo primero que debemos pensar es ¿a qué le llamamos talento? ¿Quién es alguien talentoso?
Según la Real Academia Española, el talento lo tiene aquella persona inteligente o apta para una determinada ocupación.
De acá se desprenden entonces dos puntos bien destacados. Una persona con talento puede ser alguien con inteligencia; definida como la capacidad de entender. Pero también una persona con aptitud; definida como la capacidad para el desempeño de algo.
Una vez aclarado esto ya podemos definir al talento profesional, y acá voy a armar mi própia definición:
“El talento profesional es necesario para no ser un ladrillo mas en la pared. Requiere pasión, entendimiento, perseverancia y práctica”.
Pero es necesario aclarar que nadie es un talento de un día para el otro. Ni siquiera Lionel Messi o Cristiano Ronaldo lo fueron. Yo soy de los que cree que podemos tener una cierta predisposición para destacarnos en algo, pero el talento hay que trabajarlo y esa es la manera de brillar.
Tenemos que pulirnos como un diamante. Es más, intuyo que todos somos un diamante. Pero no todos están dispuestos a ser pulidos.
¿Pero qué tiene que ver esto con el Talento Profesional en la Seguridad e Higiene?
Hay una generación que nos antecede en nuestra profesión y quienes fueron los pioneros de todo esto. Hablo de esas personas que impulsaron la reglamentación de las leyes de Higiene y Seguridad en Latinoamérica. Algunos ya no se encuentran entre nosotros como el Licenciado Cutuli “El Padre de la Seguridad e Higiene en Argentina”, pero han dejado un legado enorme a las generaciones venideras.
¿Quiénes son esas generaciones? Somos nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.
Ese legado tiene que ver con la normativa de Seguridad y Salud en el Trabajo. Para Perú esa es la Ley 29783, en Chile es la Ley 16744, La Ley 9na y la 1562 en Colombia y la 19587 en Argentina solo por nombrar algunas de la región.
Pero pensemos esto, en su gran mayoría quienes impulsaron la legislación en cada uno de los países tuvieron un gran trabajo por delante. Primero debieron llegar a la idea de legislar la Salud y Seguridad Ocupacional, algo que hoy nos parece obvio. Pero hace 50 años atrás en Latinoamérica quizás no lo era tan así.
Después tuvieron que investigar y observar que estaba pasando en el mundo. De seguro la OIT, la Organización Internacional del Trabajo creada en el famoso tratado de Versalles allá por 1919, después de la segunda guerra mundial ya empezaba a influenciar. Pero recuerden que en aquellos tiempos no había whatsapp, Facebook, google ni twitter, que el traslado en aviones aerocomerciales recién llegaría para unos pocos a finales de los años cincuenta y que los viajes en barco podían durar unos cuarenta días desde Europa hacia América Latina.
Digamos que toda la información y la manera en que se comunicaban no la tenían nada fácil. Entonces los pioneros en la Seguridad y Salud Ocupacional tenían claramente lo que yo llamo Talento Profesional. ¿Qué hubiese pasado si estas personas no tenían pasión, perseverancia y práctica? Esa es la importancia del Talento Profesional en la Seguridad e Higiene.
Ahora nos toca a nosotros enfrentar nuevos desafíos. No importa en que parte estes de Latinoamérica. Alguien ya plantó las bases de nuestra Profesión. Pero no podemos quedarnos solo con eso. No nos podemos dormir en los laureles. Porque los tiempos cambian, el mundo avanza y la seguridad se transforma. Por eso tenemos que repensar a nuestra Profesión y la manera en que actuamos.
¿Vamos a continuar con los mismos parámetros que se crearon hace 50 años en un mundo, en una región o en un país que está en constante evolución? En mi opinión; ¡NO PODEMOS HACER ESO!
Debemos hacer evolucionar a la Seguridad y emparejarla con el mundo actual. Y para eso primero debemos ser nosotros los que demos el salto. ¿Y cómo hacerlo? Alimentando nuestra propia educación preventiva, mejorando día a día como profesionales, siendo mejores personas y haciendo lo que debemos hacer. Eso solo se puede lograr con Talento Profesional. Para conseguirlo te recomiendo no ser otro ladrillo más en la pared.