Los cursos online no sirven para nada
Hay mucha gente que está en contra del aprendizaje y la formación por medio de cursos online.
No los culpo.
Ya que muchas son las instituciones (algunas fantasmas) que venden, engañan y se aprovechan de las personas que necesitan trabajar.
Muestras claras de esto son esos Cursos de AUXILIAR en Seguridad e Higiene con RÁPIDA SALIDA LABORAL, que prometen poder trabajar al finalizar el curso (hay quienes dicen tener una cartera de empleos para ellos).
Lamento la gente que cae en éstos engaños.
Pero también hay Colegas (por lo general de la vieja escuela) que creen tener la verdad y la potestad de determinar cuándo un curso tiene validez y cuándo no.
Es que nos han mentido toda la vida y muchos aún no se dieron cuenta.
Algunos solo desean tener ESTATUS PROFESIONAL y SOCIAL. Y eso para ellos significa tener un título, una casa grande, un auto de último modelo o millones de dólares en el banco
Ser Licenciado, Ingeniero o Diplomado en la verg* es lo que te va a posicionar socialmente.
Solo así podrás tener un empleo con jerarquía y un excelente sueldo para cumplir todos tus deseos materiales.
Eso cree la mayoría. y por eso desprestigian los “cursitos” que se venden por internet.
No importa si los cursos online son hechos a conciencia o enseñan herramientas que no enseñan en la universidad. No importa si detrás de eso hay otro colega o profesional que dedica su tiempo y todo su esfuerzo por dar lo mejor a la profesión.
No importan los videos gratuitos, los libros que se escriban, las películas que te dejan una enseñanza, la experiencia transmitida. ¿Sabés porque?
Porque “no tienen validez”. ¿Validéz para quién?
Acá es donde todo se confunde. Porque absolutamente nadie está calificado/a para decir que algo no tiene validez.
Lo que generan las experiencias en cada uno de nosotros no puede ser medido. Pero estoy seguro de que no necesita aprobación ni validez de nadie.
Una de mis capacitaciones las comienzo con una frase que me gusta mucho: “Solo se que no sé nada” de Sócrates.
Lo siguiente que le pregunto a la audiencia es si alguien sintió que no sabía nada cuándo se recibió.
El 99% del público siempre afirma que sentían eso.
Todos recibidos de Institutos terciarios y universidades, no se preocupen, ninguno de ellos hizo un curso de auxiliar.
¿Que hacemos cuando nos recibimos y sentimos que no sabemos nada?
A las preguntas de este estilo me gusta responderlas de la siguiente manera. Imaginemos que tenemos dos puertas, en la primera de ellas te lanzas a trabajar de lo que estudiaste aunque sentís que no sabés nada pero, ¿Que importa? “Yo ya tengo un título y eso no me lo saca nadie”.
En la segunda puerta tenés la opción de continuar con tu formación. Pocos hacen esto último.
Menos mal que existen los cursos dictados por buenos profesionales. Imaginate después de hacer una carrera de 5 años y sentís que no sabés cómo aplicar la teoría en la práctica o sentís que no sabés nada y decidís seguir estudiando (según los colegas de la vieja escuela deberías hacerlo en un instituto con “validez”). Entonces vas y te anotas en otra carrera de 3 o 5 años.
Te la pasas “estudiado” toda tu vida solo para conseguir un “estatus”. Que aburrido.
Ahora me gustaría que te hagas una pregunta totalmente sincera. ¿Que vale más par vos, un título colgado en la pared para que te llamen licenciado/a o el conocimiento, las experiencias y el aprendizaje de la vida?
¿Querés estatus? ¿Querés que te reconozcan por un título o por la persona que sos?
Parece que a muchos se les olvida lo realmente importante. Y es que al final no importsa tu currículum. La tumba no pide título para el ingreso.
Quizás te sorprenda saber que muchas de las personas más exitosas del planeta no poseen un título universitario como; Henry Ford, Steve Jobs, Mark Zuckerberg o Walt Disney. ¿Cómo lograron crear empresas multimillonarias y dar trabajo a miles de personas sin un título universitario?
Simplemente supieron rodearse de las personas adecuadas y crearon excelentes equipos de trabajo. Otra cosa que no enseñan en la Universidad.
No nos olvidemos de la tecnología.
El mundo cambia constantemente. Hace veintidos años atras, pocos imaginaban que pudiéramos comunicarnos con un ser querido que vivía a miles de kilómetros tan rápidamente. Y menos pensado, era poder verlo por una cámara en tiempo real. Hoy nadie se sorprende de poder hacerlo.
En el año 2019 internet no era solo una promesa, era la vida misma. Facebook ya estaba posicionada como la red social número uno del mundo. Youtube era el principal canal de videos con millones de subscriptores, también en todo el mundo. Los medios de comunicación tenían menos influencia que los creadores de contenido, ahora los nuevos influencers. Un tipo en algun lugar empezaba a soñar en habitar marte, el dólar seguía estando vigente pero el Bitcoin ya era mainstream. Mientras todo eso ocurría en simultáneo (y mucho más) una nueva pandemia comenzaba.
De repente todos estábamos encerrados en casa. No podíamos salir. Teníamos miedo.
Dejamos de tener contacto físico entre nosotros. Dejamos de abrazarnos, besarnos y hasta de compartir un mate.
Nos aislaron y lo aceptamos por seguridad.
Y justo en ese momento dónde parecía que ya no veríamos más a nadie, las redes sociales e internet nos salvaron.
Nos permitieron hacer cumpleañitos virtuales, ver comediantes haciendo standup desde sus casas en solitario, solo para entretenernos. La creatividad explotó y los cursos online de sitios como Udemy o Hotmart no enseñaron miles de cosas. Aprendimos a dibujar, a programar, meditar, hacer pan, tortas y hasta una carga de fuego. Aprendimos sobre marketing digital, redes sociales, cómo hacer un vlog, editar y grabar.
Lo hacíamos todo y junto a otras personas desconocidas alrededor de todo el mundo.
Los institutos y universidades no estaban preparado para eso. Basta con leer comentarios de estudiantes diciendo que los profesores no sabian usar zoom, no daban clases o les tiraban un PDF para que hicieran un trabajo práctico y que se arreglen. Historias de estás sobran, basta con hacer una búsqueda en google para ver.
Mucha gente aprendió cosas geniales en pandemia haciendo cursos online y pudieron sustentarse gracias a eso.
Pero a los que están en contra, todo esto no les importa. Ellos piensan que ser idóneo es tener un título. En su micromundo no hay espacio para la empatía o la aceptación. Ellos solo quieren tener un papel más colgado en la pared.
El mundo sigue avanzando y vos tenés que elegir. Mantenerte actualizado o extinguirte como los dinosaurios.